En nuestro quehacer educativo nos encontramos a diario con distintas situaciones y problemáticas en las que en ocasiones no sabemos cómo abordarlas en esta sección encontraras algunas de esas situaciones que podrían presentarnos en nuestras aulas con algunas estrategias que podrían ser de ayuda para solucionarlas, haciendo énfasis en el involucrar a los padres en la dinámica educativa.
Conductas violentas: las conductas violentas tienen por lo general una razón emocional o se ocasionan como consecuencia de repetir patrones de casa, amigos, familiares cercanos, entre otros. Sea cual sea su origen debe atenderse desde que aparecen y aun mas cuando se observa en aquel niño(a) que no acostumbra a responder de forma violenta.
Si se presenta alguna situación conflictiva en la que un alumno responda con un golpe, gritos o palabra que agreda a su compañero utilice el dialogo o reflexión sobre lo ocurrido. En primer lugar calme al o a los niños(as), dígale que respire, se lave la cara de ser necesario, en caso de que haya alguna herida física primero atiéndela y luego converse.
Una vez hecho esto, pregunte al niño que golpeo por qué lo hizo, escúchelo sin interrumpirlo, pregúntele que sintió cuando lo hizo y si creer que eso que sintió es correcto. Luego llame al niño agredido y pregúntele qué paso (compare las versiones de los dos niños, he indague en la raíz del conflicto), pregunte como se siente al ver sido golpeado o maltratado por su compañero (haga ver al niño “agresor” que su conducta le hace daño a los demás), pregunte al niño de la conducta violenta si le gustaría sentirse igual. Luego pregúnteles a ambos que proponen para solucionar el conflicto (escuche sus propuestas), de los niños quedarse callados propóngales una solución conveniente para ambos que esté relacionada con el conflicto.
Muchas veces los docentes nos limitamos al “pídele disculpas”, pero no hacemos reflexionar al niño “agresor” y al agredido en lo que sucedió, es importante darles la oportunidad de aportar soluciones a sus conflictos siempre con la adecuada mediación de nosotros los maestros pero haciéndoles ver por qué su conducta es inadecuada y que consecuencias trae para sí mismo y los demás.
El niño que se queda dormido en clase: actualmente la dinámica daría de los niños y familias es agotadora y absorbente lo que ha llevado a ver a muchos niños que se quedan dormidos en medio de la clase o están durante la jornada con somnolientos y desganados.
Aborde al niño al momento de verlo dormido. Pregúntele si está bien, si se siente con alguna dolencia, indague sobre la hora de sueño, si durmió bien o lo suficiente o si estuvo en alguna actividad familiar, social la noche anterior. Si no hay respuesta de parte del niño(a), comente a los padres a la hora de salida e indague en la causa. Si la conducta persiste cite a los padres y aborde más directamente sobre los hábitos de sueño del niño, la rutina diaria en la familia, si están pasando por alguna situación en particular, algún medicamento que esté tomando el niño entre otras razones, de manera de tomar las medidas necesarias y llegar a acuerdos con los padres si es necesario.
· Al percatarse del poco avance del niño, cite al representante, coméntele sobre las observaciones realizadas en base al aprendizaje del alumno(a), lo que le cuenta menos y lo que le cuesta más comprender, muéstrale actividades y registros.
· Propóngale a los padres que evalúen el trabajo del niño en las tareas dirigidas o apoyo académico que recibe fuera de la escuela, indague en la rutina diaria del niño(a), puede que esté realizando muchas actividades extracurriculares y no tiene el tiempo suficiente para atender a sus tareas o al momento de hacerlo esta mental y físicamente agotado con pocas energías para comprender y tener la adecuada atención.
· De ser el caso, basándose siempre en los registros y observaciones diarias realizadas, si se considera la posibilidad de la presencia de laguna dificultad de aprendizaje recomiende a los padres asistir a algún especialista (psicopedagogo por ejemplo) para que el niño pueda ser evaluado.
· Motive a los padres a revise los cuadernos, diarios y actividades de sus hijos, propóngales organizar las actividades diarias del niño, mediante un horario, además de la posibilidad de considerar cual de todas las actividades extracurriculares es la más relevante para el niño de manera que no se encuentre sobre cargado de responsabilidades.
· Permita el refuerzo tanto en la escuela como en el aula de los avances del niño haciéndole sentir motivado, cada paso cuenta para su aprendizaje.
Falta de socialización con el grupo: lo adecuado y esperado es que un niño en edad escolar se relacione con sus pares mediante el juego o el dialogo pero podemos encontrarnos con alumnos a los que le cueste relacionarse o estén siendo víctimas del rechazo, acoso, maltrato, ocasionando aislamiento del grupo.
· Indague, acérquese al niño y determine si el niño prefiere estar solo porque se siente más cómodo a si o si es alguna situación con sus compañeros que genera su aislamiento.
· Hable con otros niños del salón y dígale que lo inviten a jugar con ellos, involúcrelo en actividades grupales, permítale la participación en clase, haga que exprese opiniones o sentimientos al grupo.
Comentar este tema de forma discreta sin señalamientos personales en las reuniones de padres y presentantes es una buena manera de persuadir a los padres sobre la importancia del aseo personal de los niños(as) para su salud física y socioemocional.
Algunos Consejos para manejar la conducta de tus hijos con ternura pero con firmeza:
El primer ejemplo a seguir de todo niño son sus padres, por ello es imprescindible el acompañamiento directo de papá y mamá para su adecuado desarrollo. Los docentes son la herramienta para guiar a sus hijos en su desarrollo cognitivo, social y emocional pero necesita de su apoyo en casa de manera que lo visto en la escuela sea reforzado en el hogar.